Leche frita
Si escucháis el nombre de esta receta por primera vez seguramente os quedaréis extrañados pensando cómo es posible freír la leche. Os podríamos decir que esta receta tiene algo de mágico, pero se trata de una dulce “magia” que todos podemos dominar.
Pero vamos a dejarnos de embrujos y vayamos a los fogones, que es lo importante. Para realizar este delicioso postre necesitaréis ingredientes tan sencillos como medio litro de leche, 100 gramos de azúcar, 40 gramos de harina de maíz, cáscara de limón, canela en rama, canela en polvo, un huevo y aceite (este último que sea suave).
Poned en una cazuela la mitad de la leche con la cáscara de limón y la canela en rama, poned en el fuego hasta que comience a hervir, retirad del fogón y dejad reposar durante unos 20 minutos y sacad la cáscara de limón y la canela en rama. Pasado este tiempo disolved la harina de maíz en el resto de la leche; echadla después a la leche que habíamos calentado y poned a fuego medio-bajo durante una media hora o hasta que la leche espese.
Echad la mezcla en un molde y meted en el frigorífico durante al menos 4 horas para que cuaje.
Pasadas esas horas cortad la masa en cubos o rectángulos, pasadlos por harina, huevo batido y freídlos en aceite muy caliente hasta que tengan un color dorado. Ponedlos sobre papel de cocina para que se absorba el exceso de aceite y a continuación pasad los trozos por una mezcla de azúcar y canela para darles un mejor aspecto.
¡Y ya hemos frito la leche! Esperamos que os guste, aunque… ¡qué decimos! ¡Seguro que os encantará!