Personaje famoso español: Juan Sebastián Elcano
Acostumbrados a figuras “polémicas” de nuestra historia, los españoles hemos aprendido a distinguir entre “conquistadores”, “descubridores” y “exploradores”. Estos últimos tienen mejor prensa que los primeros, dedicados a satisfacer su ansia de oro; y están más estimados que los segundos, debido a que el explorador no se adueña de tierras que corresponden a otros. Así ocurre que Juan Sebastián Elcano es una de las figuras mejor valoradas de la época en que España se hacía imperio.
El primer español que dio la vuelta al mundo nació en 1476 en Guetaria (País Vasco). Ejemplo de vasco aventurero y diestro en las artes de la mar pronto se hizo con una gran experiencia que le valió un puesto de importancia entre la tripulación del marino portugués Fernando de Magallanes, que buscaba una ruta para llegar a las Indias por el oeste. Partió pues con destino a hacer historia en 1519 desde Sanlúcar de Barrameda.
Dado el carácter incierto de la misión - recordemos que por aquella época había mucho mundo por descubrir- no es de extrañar que hubiese constantes motines entre la tripulación debido a la falta de suministros, las penalidades del viaje o un mando estricto mal entendido. En un primer momento Elcano se posicionó a favor de Magallanes; pero finalmente ocupó una posición contraria que le acabó haciendo máximo responsable del viaje si bien el marino portugués seguía teniendo cierto rango por ser sus conocimientos esenciales.
También hubo conflictos con indígenas de aquellas tierras en los que los exploradores ponían pie. De hecho Magallanes moriría en una disputa con nativos filipinos en 1521. La muerte del máximo responsable de la expedición (eso sí, repetimos que su valor se había convertido en “honorario”) produjo una lucha de poder de la que finalmente salió beneficiado Elcano. Con la toma de poder y la llegada a las islas Molucas (famosa por sus especias) todo parecía ir bien.
Pero nada más lejos de la realidad: una avería en una de las dos embarcaciones de la expedición hizo que las tripulaciones volvieran a separarse. Una regresaría a puertos españoles por América y otra, la de Elcano, seguiría por la ruta portuguesa bordeando África. Esto suponía bordear el Índico y llegar hasta el Atlántico sin escalas. Un viaje más rápido, sí… pero mucho más duro.
Una tripulación impaciente, los rigores del clima y el amenazante Atlántico, enfermedades, falta de víveres, incluso un arresto en Mozambique quisieron llevar el viaje al traste; pero Elcano no se arredró. Finalmente, un día de 1522 la nave llegaba a Sanlúcar de Barrameda con sólo 18 tripulantes de los 265 que habían partido tres años antes. Entre todos esos avatares uno pasó inadvertido a Elcano: había conseguido dar la vuelta al mundo… y estamos hablando del siglo XVI y de un barco de madera.
La hazaña se ha convertido en historia, con sus luces y sus sombras. No cabe duda de que pocos personajes merecen la fama como este marino vasco.