Vocabulario: en el médico
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Vocabulario: en el médico

Esperamos que nunca os pase, pero quizá en vuestra visita a España tengáis que pasar por la consulta de un médico. ¿Qué palabras debéis conocer a la hora de visitar a un doctor? Tomad nota.

Auscultar: aplicar el oído al vientre o cavidad torácica para escuchar los sonidos de los órganos que estos albergan. Algunos médicos también pueden hablar de una “exploración” aunque sea un término más o menos incorrecto.

Camilla: es la cama estrecha y portátil en la que nos sentamos para que el doctor nos examine.

Chequeo: quizá el médico os diga que debéis haceros uno de estos. No tiene misterio pues suena de manera parecida a su traducción en inglés. Un “chequeo” es un reconocimiento médico general que se realiza para comprobar vuestro estado de salud.

Cita previa: aunque “cita” se usa mucho en español para referirse a un encuentro de dos personas con una finalidad romántica, en este caso estaríamos hablando de ir al consultorio o llamarlo por teléfono para pedir que el doctor nos haga un hueco en su agenda de pacientes. Recordad que en la mayoría de ambulatorios españoles no se puede ir directamente al médico, siempre hay que pedir cita.

Consultorio: aunque pueda sonar a despacho de un adivino, se trata del local en el que el médico recibe a sus pacientes y resuelve sus “consultas”. Es curioso, pero antiguamente, cuando los médicos hacían visitas a domicilio a sus pacientes ricos esta palabra se asociaba exclusivamente al lugar en el que el doctor recibía a los menos pudientes.

Fonendoscopio: nadie se imagina a un médico sin esta herramienta. Se trata de ese tubo con auriculares que el doctor usa para auscultar a sus pacientes. Mucha gente lo llama también “estetoscopio” si bien esta palabra designa a cualquier herramienta que se use para escuchar los sonidos de la caja torácica del paciente.

Genérico:  es muy probable que al preguntar a vuestro médico español si en este país disponemos de un medicamento usado en el vuestro el doctor os recomiende algo llamado “genérico”. Se trata del principio activo del medicamento, el componente que os hace falta, no de la marca del productor. Un ejemplo: paracetamol, ibuprofeno...

Receta: el famoso papel en el que figura el medicamento que necesitamos, en el que el doctor estampa su firma y que nosotros debemos presentar en la farmacia.

Sala de espera: ese lugar en el que esperamos nuestro turno para ver al doctor y en el que cinco minutos pueden parecer varias horas.

Síntomas: fenómeno revelador de una enfermedad. Por ejemplo, el dolor de garganta, la fiebre y el cansancio son síntomas de resfriado.

Volante: esta palabra también puede ser usada con el mismo sentido de “receta” pero usualmente se refiere a ese papel en el que figura nuestro nombre y cita si el médico de cabecera nos manda a un especialista.

Este es el vocabulario básico que podéis necesitar en vuestra visita al doctor. Repetimos, esperamos que no os haga falta y os deseamos la mejor salud; pero nunca está de más saber estas cosas.