Tradiciones españolas que no son españoles
¿Cómo os quedaríais si os dijésemos que hay algunas señas de identidad españolas que realmente tienen un origen muy alejado de nuestro país? Son elementos de nuestra cultura, nuestra cocina y hasta de nuestro arte que se han convertido en típicos y hasta en tópicos. Así que estamos seguros de que esta lista os sorprenderá.
-Canción “Viva España”: todo el mundo en España la conoce y en algún momento –en broma o en serio- ha entonado este pasodoble. Pero la realidad es que fue compuesto en 1972 por dos músicos belgas, Leo Caerts y Leo Rozenstraten, y su letra original estaba escrita en idioma flamenco. La versión que en 1973 cantó Manolo Escobar se la debemos a la traducción-interpretación de un diplomático español.
- El chotis: resulta un caso curioso pues este género de música y baile madrileño realmente viene de Bohemia. Pero la cosa no se queda ahí: al popularizarse en la Viena del siglo XIX los austríacos lo “vendieron” como un género musical escocés, de ahí que se le conociera como “Schottisch”. Se puso de moda en toda Europa y gracias a un emigrante siciliano llegó a Madrid, donde se le empezó a conocer como “Polca alemana”. Lo gracioso es que la gente de la época conocía su origen austro-húngaro y adaptó el término original, convirtiéndolo en “chotis”.
- Himno español: también se le conoce como “Marcha Granadera” pues, como muchos otros himnos, vendría de una marcha militar. Durante mucho tiempo circuló la historia de que realmente se trataba de una composición prusiana que el mismísimo Federico II regaló a un asesor militar del rey Carlos III. Pero hoy muchos especialistas se inclinan por una teoría que afirma que vendría de una composición de Avempace, un músico de la época de Al-ándalus.
- Sangría: ¿Sería posible que nuestra bebida más famosa después del jerez no fuese inventada por nosotros? Algunos afirman que la sangría nació en las Antillas francesas como una mezcla de vino, nuez moscada y hielo denominada “sang-gris” entre cuyos ingredientes se encontraban vino, zumo de limón, azúcar moreno, canela y nuez moscada. ¿Cómo llegó a España? Según el diccionario del español del padre Esteban Torres, editado en 1788 y del que curiosamente no habíamos tenido noticia hasta la fecha, la sangría era la bebida favorita de los ingleses de las colonias, ¿pudieron haberla traído alguna de las familias británicas que durante el siglo XIX fundaron distintas bodegas en Andalucía?
- Olé: la interjección más conocida de nuestra lengua ha sido objeto de estudio durante mucho tiempo y su origen es objeto de muchas y dispares teorías. Eso sí, todas lo colocan fuera de nuestras fronteras: se dice que puede venir de la invocación a Alá que trajeron los musulmanes a la península –la aceptada por la RAE-, de una exclamación traída por los hebreos y usada por los sefardíes en referencia al engaño del fue objeto Jacob por parte de Lea, y hasta de la deformación del grito “¡Valhalla!” emitido por los vikingos que saquearon Sevilla en el año 844.
- La clara: una de las últimas polémicas tiene que ver con la refrescante mezcla de cerveza y gaseosa que todos hemos degustado en los bares españoles. Hay quien dice que se parece demasiado a la Radler alemana, creada en 1922 por el restaurador alemán Franz Kugler; pero los defensores de la españolidad del refresco apuntan que en los cafés de nuestros país se servía desde mucho antes. Y como prueba aportan el famoso cuadro “Tertulia en el café de Pombo”, pintado en 1920 y en el que podemos ver retratadas una botella de cerveza de un litro y un sifón cargado de agua de Seltz.
¿Qué os parece? Algunos pueden sentirse un poco decepcionados, pero para nosotros esto es prueba de que nuestros iconos son internacionales.