El "frikismo" en España
Cuenta una leyenda urbana que el año en el que se estrenó la primera parte de la saga “Star Wars” los españoles prefirieron ver una comedia facilona titulada “Los bingueros” a las aventuras de Luke Skywalker. Por supuesto es mentira: Star Wars se estrenó en 1977 y “Los bingueros” lo hizo en 1979.
Pero este cuento da una idea de lo que hasta hace poco era el frikismo en España: algo que nos resultaba raro y que considerábamos más propio de gente asocial que vivía en su propio mundo.
De hecho una pista de la antigua actitud del español respecto al friki nos lo da la propia palabra. Aquí no usamos palabras como “nerd” o “geek” sino que vamos directamente a una palabra que hemos castellanizado a partir de la inglesa “freak”, que designaba a los monstruos y fenómenos de feria. De hecho los primeros en ser denominados “frikis” eran grotescos personajes televisivos que aparecían en programas de estilo “late night”.
Lo más gracioso del asunto es que en España, y en concreto en el mundo del fútbol, se ha usado otra palabra de muy semejante grafía e idéntico sonido - “friqui”- para referirse al saque de falta. Por supuesto es una castellanización del término “free kick”. Aun más curioso es el hecho de que hace unos años se emitió por televisión un programa dedicado al fútbol titulado “el friki”, sí, con “k”.
Liemos un poco más las cosas, con permiso. En su 23ª edición el diccionario de la Real Academia de la Lengua recoge tanto “friki” como “friqui” con las acepciones “raro, extravagante”, “persona pintoresca y extravagante”y “persona que practica desmesurada y obsesivamente una afición”. Sin embargo no hay rastro de un significado referido al fútbol.
Puede que muchos representantes del colectivo estén en descuerdo con estas acepciones; pero el hecho de que el famoso diccionario haya incluido con celeridad la palabra ya es un triunfo.
Quizá se deba a que el frikismo es ya algo socialmente aceptado y muy poca gente juzga a un ciudadano español si un día va por la calle disfrazado de Stormtrooper. Aquí es donde encontramos otro problema singular; y es que en el momento en el que el frikismo es aceptado mayoritariamente por una sociedad parte de su significado vinculado a lo raro y extravagante se pierde.
Los propios representantes de la cultura friki han propuesto definiciones y todo parece indicar que el significado evolucionará hasta designar a aquella persona que, con carácter lúdico, cultiva la especialización en una manifestación de la cultura popular y sus productos derivados.
¿Qué pasará? No lo sabemos, pero desde luego es fascinante ver cómo en tan poco tiempo se crea y evoluciona un nuevo término. Por cierto, algo curioso: todas las definiciones que hemos dado del término friki podrían acompañarse de una foto o dibujo de alguien tan español como Don Quijote.