Leyendas conquista española en América
Recursos

Las leyendas de la conquista española en América

A medio camino entre la aventura, la fantasía y la maldición se encuentran las crónicas de la conquista española del Nuevo Mundo. Aquellos aventureros abandonaban sus viejas y polvorientas ciudades de origen en busca de riquezas fabulosas y reinos fantásticos en una tierra que hasta hacía unos años para los europeos no “existía”. No es de extrañar que sus periplos estén ligados a multitud de leyendas, algunas de las cuales os vamos a relatar.

Dorado

La leyenda de “El Dorado” es una de las más famosas: una ciudad perdida hecha en totalidad de oro, cuyo valor creían los conquistadores que los indígenas desconocían. Esta es tenida por el mito de los conquistadores por excelencia, pero lo cierto es que los primeros que la difundieron fueron los Welser, banqueros alemanes mandados a América por Carlos V. Fueron ellos los que difundieron y exageraron varias leyendas aborígenes sobre un monarca que se bañaba en un profundo lago cubierto de oro. Varios conquistadores, entre ellos el malogrado Francisco de Orellana, partieron en su búsqueda.

Otra que ha dado mucha literatura es la de la fuente de la eterna juventud. El mito cuenta que Ponce de León inició su conquista de Florida buscando la mítica fuente que “volvía mozo al viejo”. Sin embargo, a día de hoy hay cronistas que dicen que de León nunca la buscó, sino que fue un embuste creado varias décadas después para dejar al conquistador como un maníaco supersticioso.

Itzcuintlipotzotli

Además de reinos fantásticos y fuentes quiméricas también surgieron varias leyendas sobre animales fantásticos. Uno de ellas es el singular “Itzcuintlipotzotli”: un ser semejante a un perro sin pelo con una joroba que le llegaba desde el cuello a los cuartos traseros del que, contaban, era fácil domesticar pero se volvía fiero con la edad. Al parecer el último de ellos murió en 1843, con lo cual no sabemos su verdadero aspecto ni si fue confundido con otro animal que ahora conozcamos.

El mismo Cristóbal Colón se encontró con una bestia desconocida en 1503 a la que describe como un “gato gigantesco con cara de humano y cola prensil”. Resultó ser el felino al que ahora conocemos como “onza” y que “redescubierto” a principios del siglo XX en México. Buscad las fotos de este animal en Internet y veréis en su cara algo “humano”. Eso sí, no se tiene constancia de que su cola sea prensil.

En los siglos que duró la conquista española de América surgieron muchos más mitos como el de las “amazonas”, que dio nombre al río. Así que os aconsejamos ir a la búsqueda de estas joyas de la fantasía y el folclore. Os sorprenderán.

Otros temas Typical Spanish