Foto del poeta español, Federico Garcia Lorca
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Federico García Lorca

Federico García Lorca , reconocido poeta, dramaturgo y prosista español, fue la principal figura de la Generación del 27, así como uno de los autores más influyentes de todo el siglo XX. Su obra se ha convertido en un punto de referencia para artistas contemporáneos en todo el mundo, convirtiéndolo en uno de los escritores con más repercusión de la literatura hispana. Su legado perdura en el imaginario cultural y colectivo a través de los tiempos y las generaciones.

Vida y obra de Federico García Lorca

Primeros años

Lorca nace el 5 de junio de 1898 en Fuente Vaqueros (Granada), pero su vida fue demasiado corta, pues fue secuestrado y fusilado por las fuerzas nacionalistas durante los primeros días de la Guerra Civil española, en la madrugada del 18 de agosto de 1936. Lorca siempre estuvo en conflicto con su talento y, sobre todo, con el hecho de ser el foco de atención del público. Desde una edad muy temprana, Federico García Lorca demostró que podía aprender y recitar canciones populares con gran facilidad, y siendo aún un niño, exploró las obras literarias de grandes maestros de la literatura universal, como Cervantes y Víctor Hugo. Estudió Filosofía y Letras y Derecho en la Universidad de Granada para centrarse más adelante en sus propias producciones teatrales. En 1917, Lorca publica en su primera obra, un artículo para una revista literaria juvenil granadina de la época. Estos viajes por distintas partes de España fueron los que despertaron su vocación como escritor. Todavía en su época universitaria, el autor granadino realiza viajes por toda España con sus compañeros de estudios, de los cuales nace su primer libro en prosa en 1918: Impresiones y paisajes, una recopilación de escritos en prosa que revela sus preferencias estéticas.

La Residencia de estudiantes

En 1919, Lorca se muda a Madrid para continuar sus estudios en la ilustre Residencia de Estudiantes. Apoyado por Fernando de los Ríos, importante político e ideólogo socialista, el poeta consigue entrar en una de las instituciones culturales s e intelectuales más influyentes de la época, la cual albergó conferencias de personajes tan insignes como Albert Einstein o Marie Curie. En La Residencia, conoce a otros artistas de la talla de Miguel de Unamuno, Ortega y Gasset, Juan Ramón Jiménez o Rafael Alberti, entre otros. Además, traba amistad con Salvador Dalí y Luis Buñuel, los artistas surrealistas españoles más representativos, lo cual tendría un gran impacto en su obra y vida personal.

Estrena su primera producción teatral en 1920, El maleficio de la mariposa, que fue suspendida tras cuatro días de función y sin obtener el éxito ni la aceptación esperados. La trama se centra en la historia de amor de una cucaracha y una mariposa, y hubo un gran escepticismo respecto de su calidad por algunos miembros de la crítica. El 1921, Lorca regresa a Granada, donde entra en contacto con Manuel de Falla y emprende varios proyectos que giran en torno a la música y al cante jondo. En 1925, el autor viaja a Cadaqués y pasa la Semana Santa en casa de Salvador Dalí. Esta visita, junto a otra más larga en 1927, marcarían profundamente tanto la vida como la obra de los dos artistas. Así nace la "Oda a Salvador Dalí", publicada en la Revista de Occidente en 1926. En estos años comienza la etapa en la que Lorca alcanza su madurez como poeta.

La Generación del 27

Después, Lorca pasa a implicarse por completo en el movimiento vanguardista, entablando amistad con otros autores de la llamada Generación del 27. Dicho movimiento se define por la fusión de la poesía tradicional y de vanguardia, así como por mostrar el mismo enfoque artístico sobre ciertos temas, como el sentido trágico de la muerte, el amor como motor de la vida y las injusticias sociales. Esta influencia se ve reflejada en algunos de los textos de Romancero Gitano, el cual fue publicado en 1928.

Última etapa

En la primavera de 1929, viaja a estudiar a Nueva York, donde aprende inglés y reinventa su obra. En marzo de 1930, el poeta deja Nueva York y se traslada a La Habana, donde explora la cultura cubana y se dedica a nuevos proyectos, como El público y Así que pasen cinco años. En junio de 1930, el autor regresa a Madrid, y, en 1933, escribe Bodas de sangre, una de sus piezas más conocidas. Por desgracia, su obra no se representó en España hasta 1953 debido a la censura ejercida durante el régimen franquista, quien no tenía su labor literaria en demasiada estima.

El estilo de Federico García Lorca

Federico García Lorca tenía un estilo muy característico. Al autor granadino le encantaba hacer uso de potentes recursos como la metáfora y las imágenes para representar las ideas y transmitir ciertos conceptos en sus trabajos literarios. Muchos de los símbolos que utilizaba tenían que ver con el tema de la muerte, aunque los significados, que no eran nada fáciles de interpretar, solían variar de una obra a otra.

Lorca era un experimentado escritor y podía adaptarse con facilidad a las nuevas tendencias o movimientos literarios, aunque prefería incluir elementos tradicionales en sus trabajos los cuales demuestran los vastos conocimientos culturales y literarios que poseía. Estos elementos tradicionales no consisten, sin embargo, en reproducir las formas literarias clásicas, sino en tratar los aspectos más tradicionales de la vida, las gentes y el país en el que había vivido. Por ejemplo, la música y las canciones populares son elementos que solían aparecer en su poesía. Toda la zona sur de España, en concreto Granada, tuvo un gran impacto en su obra, en la cual podemos encontrar fuertes influencias tanto de la cultura morisca, como del folclore oriental.

Algunas de las obras principales de Federico García Lorca son:

  • Romancero gitano
  • Bodas de sangre
  • Comedia sin Titulo
  • Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín
  • Los títeres de Cachiporra
  • La casa de Bernarda Alba