Tribus urbanas extranjeras que triunfan en España
España ha tenido sus propias tribus urbanas (recordemos a los “bakalaeros”), pero lo cierto es que siguen abundando aquellas que han venido de otros países. ¿Cuáles son aquellas que más peso tienen en nuestra “cultura de calle”?, ¿cuáles sobreviven a nuestra convulsa modernidad? Demos un breve repaso.
Góticos: vestidos de negro, algunos maquillados de manera sombría, aficionados a grupos como The Cure o Bauhaus, lectores de Poe y Lovecraft. Los góticos se han sabido adaptar a los nuevos tiempos, a lo que hay que sumar que muchos de sus ídolos se han convertido en clásicos de calidad. Seas de las generación que seas te estremecerás con una canción tan incisiva como Lullaby.
Rockers: dado que la estética de los años 50 se ha vuelto a poner de moda los rockers y rocabillies vuelven a vivir un momento dorado: vaqueros ajustados, camisetas blancas, tupés, labios de color rojo vivo, zapatos peeptoes. Por cierto, hay que estar muy atentos a una divertida rama surgida de esta tribu. ¿Conocéis a los psychobillies? Juntad la estética rockabillie con la de las películas de serie B de antaño, añadid tatuajes de pin ups... ¡Y listos!
Hipsters: antiguamente-bueno, hablamos de hace 10 años- los hipsters eran llamados “gafapastas” en español y en tono despectivo. Esta denominación vendría de las gafas de pasta que muchos aficionados a la cultura alternativa usaban. Hoy la cultura “gafapasta” está más que aceptada en España y ha elegido el nombre anglosajón. Curiosamente muchos hipsters españoles, que antes renegaban de su denominación española, son fans del pop que se hacía en nuestro país durante los años 60, pero no nos vamos a liar más.
Foodies: ya sabéis, amantes de la buena comida, conocedores de todos los procesos que elabora su elaboración y de las nuevas tendencias gastronómicas. En España son legión. Aunque habría que rehacer la pregunta: teniendo en cuenta la calidad de la comida española… ¿quién en nuestro país no sería un foodie?
Mods: la escena mod española tiene su complejidad. Los mods llegaron a nuestro país durante los últimos años 70 y primeros 80, aunque lo hicieron acompañando al movimiento punk debido a que la música española de los años 60 – que podría haber sido su banda sonora - estaba asociada a la época de la dictadura franquista. Los mods se convirtieron aquí en adalides de la modernidad y de las nuevas tendencias venidas del Reino Unido; de ahí que muchos llegaron a asociarles en los 90 a los seguidores del Brit Pop y la escena alternativa. Algunos autodenominados “mods” se han pasado a las filas hipsters; pero eso ha redundado en beneficio de los “mods”, que se van convirtiendo en algo más auténtico y cercano a lo que fue el verdadero movimiento surgido en Inglaterra.
Heavies: chaquetas de cuero, tachuelas, melenas al viento, verdadera devoción por la guitarra eléctrica y fans de rockeros inmortales. Los heavies gozan de muy buena salud en España y prueba de ellos es que pueden encontrar gente de todas las generaciones en un concierto de AC/DC o Motörhead. El único problema reside en que se ha perdido parte de la “autenticidad española” debido en parte a la falta de bandas españolas. Siguen existiendo, pero ninguna ha llegado al nivel de carisma de grupos como Barón Rojo, Obús o Leño.
¿Qué futuro espera a estas tribus urbanas?; ¿caerán las más asentadas?, ¿se pasarán de moda las más modernas? El tiempo lo dirá.