Qué hacer en Salamanca
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Ya sabes que Salamanca es la “ciudad estudiantil” por excelencia de España, que su universidad es la más antigua del país (¡en 2018 cumplirá 800 años!) y que cada curso miles de jóvenes hacen vida en sus calles y locales. Ahora bien, ¿qué puedes hacer cuando salgas de tu clase de español?, ¿dónde puedes pasar la tarde para seguir aprendiendo y  disfrutar de la ciudad? Vamos a darte algunas recomendaciones.


Déjate llevar por las calles de Salamanca

Una de las mejores cosas que puedes hacer es, sencillamente, vagar. Si hay una ciudad que sea un museo al aire libre, esa es Salamanca. Y no estamos hablando solamente de su Catedral,  el Puente Romano, la Plaza Mayor o la Casa de las Conchas. ¡También estamos hablando de rincones fascinantes como La Cueva de Salamanca, donde se dice que el mismo diablo daba clases);  el  cielo de Salamanca, una representación medieval del zodiaco que se puede ver en las Escuelas Menores; o la Fonda Veracruz, uno de los restos más bellos de la antigua judería!

Una vuelta por sus museos y su cultura

Bueno… no es que Salamanca sea un verdadero museo… ¡es que un museo con muchos museos en su interior! Nos explicamos: Si quieres saber más sobre la historia de Salamanca y de su arqueología tienes que visitar el de la ciudad (C/Patio de Escuelas, 2), si te fascina el colorido y formas del Art Noveau no tienes más que ir a Casa Lis (C/ Gibraltar, 14); si eres más de arte moderno y contemporáneo no te pierdas las exposiciones de Domus Artium 2002 (Da2) (Avda. de la Aldehuela s/n.)… y, ojo al dato, si te encantan los coches debes visitar el Museo de Historia de la Automoción ¡con más de 200 vehículos clásicos!


Desconecta y encuentra la naturaleza… ¡en plena ciudad!

Quizá te apetezca desconectar algún día, alejarte un poco del ajetreo de la ciudad –aunque sea una ciudad tan tranquila y encantadora como Salamanca- y sencillamente encontrarte con un poco de naturaleza. Si es así debes saber que Salamanca tiene multitud de parques: en pleno centro tienes el Huerto de Calixto y Melibea (C/Arcediano, 20), llamado así por ser el escenario donde transcurre la trágica historia de los protagonistas del clásico “La Celestina”; también tranquilo y coqueto es el parque más antiguo de la ciudad, el Campo de San Francisco, construido sobre la antigua huerta de un convento;  hablando de huertas el parque mejor valorado de la ciudad es la Huerta de los Jesuitas (Calle Príncipe de Vergara,34), un antiguo huerto comprado por la ciudad a la Compañía de Jesús que ha resultado ser todo un paraíso para aficionados a la ornitología y corredores. 

Diversión con los amigos de clase

Bien, arquitectura, museos, parques…  todos estos itinerarios culturales y relajantes están muy bien. Pero un estudiante no vive sólo de reflexionar. ¿Dónde podemos ir si nos apetece bailar, tomar algo con los compañeros de clase o probar la buena gastronomía de la comarca? Las tres zonas con más marcha y opciones no tienen pérdida pues rodean la Plaza Mayor : Gran Vía, Bordadores y la que está al Norte de la plaza. Así pues podréis maravillaros con la belleza de la Plaza Mayor al anochecer con la excusa de tener un punto de encuentro y desde allí aventuraros en toda clase de bares, restaurantes y pubs llenos de estudiantes. Recomendar en este caso puede ser complejo, pero os podemos citar nuestro pódium: el Gran Café Moderno, en Gran Vía 75 y famoso por sus actuaciones en vivo; Camelot, en Bordadores 3, una discoteca situada… ¡en el ala de un antiguo convento!; o Birdland, en Azafranal 57, un coqueto café Art Nouveau donde escuchar Jazz y música indie.


¡Una buena gastronomía!

No hemos citado dónde comer, y es que en Salamanca ocurre como en muchos lugares de España: hasta el más modesto bar tiene unas tapas increíbles. Lo que sí podemos hacer es recomendaros qué probar para que podáis degustar algo más que la típica paella y la tortilla de patatas. Muy típica de Salamanca es la chanfaina: arroz meloso con menudillos (carne de ave); el farinato: embutido con grasa de cerdo, pimentón, anís y aguardiente;  el pisto: revuelto de verduras; patatas meneás: patatas con pimentón, ajo y torreznos;  pinchos morunos: brochetas de carne adobada;  o el limón serrano: ensalada de naranja, limón y huevo… ¡con jamón! ¡Ah! Y el hornazo: masa rellena de jamón, chorizo o lomo con huevo.

Salamanca es una ciudad con muchas opciones para pasarlo bien y degustar durante todo el año. ¡Un lugar perfecto para conocer nuestra cultura, aprender, y pasarlo bien!